NUTRICIÓN SALUDABLE

Más de lo que parece. Beneficios de los yogures

Primero habría que aclarar que muchos de los postres que conocemos como «yogur» no son en realidad yogures que sean fermentados por streptococcus thermopilus y lactobacillus bulgaricus.Otros productos son fermentados con otras bacterias y teminan siendo leches fermentadas o postres lácteos.

Es importante recordar que hay que revisar la etiqueta nutricional, se puede seguir la regla del 3-4-3, un buen yogur es aquel que sigue esta regla del 3-4-3, es decir, que aproximadamente contiene un 3% de grasa, un 4% de azúcares y un 3% de proteínas.

Un yogur saludable no debe llevar azúcares añadidos, ni edulcorantes, ni colorantes, ni conservantes, ni potenciadores del sabor. Y tampoco trozos de fruta (industrializadas) o cereales. Si no te gusta el sabor del yogur natural sin azúcar o te parece demasiado ácido al principio puedes añadirle fruta (natural), chocolate negro o frutos secos hasta que acostumbres tu paladar a su sabor.

Los beneficios del yogur

El yogur aporta  proteínas de alto valor biológico, hidratos de carbono, grasas saludables, vitaminas y minerales como el calcio y el fósforo. También aporta una mayor digestibilidad y mejor absorción de los nutrientes respecto a la leche, ya que las grasas, las proteínas y los azúcares complejos se encuentran predigeridos por las bacterias y transformados en subproductos más simples como son los ácidos grasos, aminoácidos y azúcares simples. Por eso algunas personas intolerantes a la lactosa que no toleran la leche sí pueden consumir yogures sin que tengan ningún problema, ya que la lactosa se encuentra previamente digerida.

El calcio y el fósforo presentes en los yogures se pueden encontrar en el yogur en fase soluble, lo que contribuye a una mejor absorción y que además el yogur contiene un nivel de vitaminas hidrosolubles como la tiamina y la riboflavina comparable al de la leche y algo superior si hablamos del ácido fólico. No sucede lo mismo, eso sí, con la B12, pues el yogur implica un aporte menor que en el caso de la leche.

El yogur contiene también microorganismos vivos saludables ( probióticos), que estimulan la producción de inmunoglobinas A, células plasmáticas y linfocitos, que son los que defienden al organismo. Estos mejoran el sistema inmune al ejercer un efecto prebiótico (sirve de alimento de nuestras bacterias intestinales) y probiótico (aporta bacterias beneficiosas que mejoran la microbiota intestinal y que están relacionadas con la producción de algunas enzimas y vitaminas necesarias para el buen funcionamiento del organismo.

La acción probiótica es especialmente interesante en el caso del intestino, pues los bifidobacilos y los lactobacilos que contiene el yogur contribuyen a reestablecer el equilibrio de la flora y favorecen el tránsito intestinal.

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