Colon irritable, causa, síntomas y consejos
El síndrome de colon irritable es un trastorno frecuente que afecta el estómago y los intestinos, que en conjunto forman el tracto gastrointestinal. Algunos de los síntomas son cólicos, dolor abdominal, hinchazón abdominal, gases y diarrea o estreñimiento (o ambos). El síndrome de colon irritable es una afección crónica que debe controlarse a largo plazo.
El intestino está conectado al cerebro por señales hormonales y nerviosas que van y vienen entre el intestino y el cerebro. Estas afectan el funcionamiento intestinal y los síntomas. Los nervios pueden volverse más activos durante momentos de estrés. Esto puede provocar que los intestinos sean más sensibles y se compriman o se contraigan más.
Este síndrome se puede presentar a cualquier edad. A menudo comienza en la adolescencia o a principios de la vida adulta. Es dos veces más común en las mujeres que en los hombres.
Es menos probable que se desarrolle en adultos de más de 50 años. El síndrome de colon irritable no causa cambios en el tejido intestinal ni aumenta el riesgo de tener cáncer colorrectal.
Síntomas
Los síntomas del síndrome de colon irritable varían, pero normalmente persisten durante un tiempo prolongado. Los más frecuentes incluyen los siguientes:
- Dolor, calambres o hinchazón en el abdomen relacionados con la evacuación intestinal
- Cambios en el aspecto de las deposiciones
- Cambios en la frecuencia con la que se hacen las deposiciones
Otros síntomas que a menudo están relacionados son la sensación de evacuación incompleta y el aumento de gases o mucosidad en las heces.
El dolor y otros síntomas con frecuencia se reducirán o desaparecerán después de una deposición. Los síntomas pueden empeorar si cambia la frecuencia de sus deposiciones.
Las personas con este síndrome pueden alternar entre estreñimiento y diarrea o, en su mayor parte, tener una u otra afección.
Consejos
- Coma despacio y procure masticar bien los alimentos.
- Haga una dieta pobre en grasas y rica en proteinas.
- Evite comidas copiosas. Son preferibles comidas más frecuentes y menos abundantes.
- Aumente la ingesta de agua (1,5-2 litros), sobre todo si predomina el estreñimiento.
- Evite los alimentos que usted note que le desencadenan los episodios de dolor abdominal.
- Los que más pueden perjudicarle son especias, alcohol, sopas de sobre, cacao, derivados lácteos, quesos, yogurt, bollería, pasteles, helados, mantequilla, bebidas gaseosas…
- Aumente el consumo de alimentos ricos en fibra.
- Puede utilizar suplementos de salvado de trigo, mezclado con líquidos o alimentos.
- Si lo necesita, su médico le puede prescribir laxantes que aumenten el bolo intestinal.
- Si predomina la diarrea, evite los derivados lácteos, café, té y chocolate.
- Puede tomar leche de almendras.
- Evite los alimentos flatulentos y las bebidas con gas: col, coliflor, garbanzos, lentejas, coles de Bruselas, cebollas, puerros, guisantes, frutos secos…
- Realice 30 minutos diarios de ejercicio físico suave, como caminar o nadar.
- Procure mantener un horario fijo de comidas e intente evacuar siempre a la misma hora y sin prisas, preferiblemente después del desayuno.
- Puede aliviar el dolor abdominal con calor local suave.
- Evite en la medida de lo posible situaciones que le produzcan nerviosismo.
- Puede ayudarle practicar técnicas de relajación para combatir el estrés.