Las dietas DETOX
Las dietas llamadas de desintoxicación son las que promueven la eliminación de toxinas del organismo y la pérdida de peso a corto plazo. Estas dietas Si gozan de gran popularidad pero no hay evidencia científica que pueda respaldarlas.
Los órganos de nuestro cuerpo encargados de filtrar y eliminar sustancias tóxicas son el hígado, los riñones, el sistema gastrointestinal, la piel y los pulmones.
El término toxina se refiere a productos químicos sintéticos como lo son los metales pesados, alimentos procesados, y otros productos potencialmente dañinos para nuestro organismo. En la cultura general la dieta desintoxicante se la asocia la mayoría de las veces con situaciones en las que se incurre en excesos de alimentos dañinos y ciertos tipos de drogas.
Sin embargo, en cuanto a los riesgos para la salud, estas dietas:
– Limitan la ingesta de proteínas y grasas esenciales.
– Al ser extremadamente bajas en calorías, conducen a un aumento del cortisol (la hormona del estrés) que estimula el apetito y puede llevar al aumento de peso de rebote una vez que se reanuda una dieta normal.
– Se han relacionado con el abuso de laxantes, diuréticos y agua. El exceso de agua se relaciona con hiponatremia grave (es decir, un descenso de la concentración plasmática de sodio).
– Pueden producir efectos secundarios como fatiga, dolores de cabeza, náuseas, insomnio, ansiedad y temblores.
– El ayuno extremo puede causar deficiencia de determinadas vitaminas y minerales, desequilibrio electrolítico, acidosis láctica e incluso la muerte.
No hay duda de que para mantener o bajar de peso lo mejor es llevar una alimentación saludable, sostenida y a largo plazo, basada en los mensajes de las Guías Alimentarias para la Población Argentina:
– Realizar las 4 comidas del día (desayuno, almuerzo, merienda y cena). Deben incluirse las verduras, frutas, legumbres, cereales, leche, yogur o queso, huevos, carnes y aceites.
– A lo largo del día beber al menos 2 litros de líquidos, sin azúcares, preferentemente solo agua.
– Limitar el consumo de bebidas azucaradas y de alimentos con elevado contenido de grasas (manteca, margarina, grasa animal y crema de leche), azúcar (golosinas, amasados de pastelería, etc.) y sal (palitos salados, papas fritas de paquete, etc.).