DEPORTES

Adultos mayores y la actividad física

Los adultos mayores disponen de una amplia gama de actividades, como por ejemplo: yoga, taichí, pilates, baile o natación. Los beneficios de cada una de ellas son variados y la elección va a depender siempre de los gustos personales y de sus necesidades, aunque es fundamental destacar que no debe ser excesivo en cuanto a tiempo y la intensidad de realización, debido a que puede producir una gran fatiga muscular.

Los estudios científicos revelan que hay una relación entre la actividad física y la esperanza de vida. Por eso, las poblaciones más activas físicamente suelen vivir más.

Las personas que de forma regular hacen ejercicio tienen la sensación de estar mejor que antes de realizarlo, desde el punto de vista físico y mental. Tienen mejor calidad de vida.

Sedentarismo: un mal adulto

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), una persona es sedentaria cuando hace menos de 30 minutos diarios de ejercicios, tres veces por semana.

Durante la infancia y adolescencia la mayoría de nosotros hace actividad física a través del juego y de actividades deportivas. Pero las oportunidades de movernos se reducen a medida que nos hacemos adultos.

10 beneficios que conseguimos al movernos

1) En adultos de edad avanzada, disminuye el riesgo de caídas, ayuda a retrasar o prevenir las enfermedades crónicas y aquellas asociadas con el envejecimiento.

2) Disminuye el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y por cardiopatía isquémica.

3) Retrasa el desarrollo de hipertensión arterial y disminuye los valores de tensión arterial en hipertensos. Reduce los triglicéridos y aumenta el colesterol HDL.

4) Mejora la regulación de la glucemia y disminuye el riesgo de padecer diabetes no insulino dependiente.

5) Mejora la digestión y la regularidad del ritmo intestinal.

6) Disminuye el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de colon, uno de los más frecuentes.

7) Incrementa el uso de la grasa corporal y mejora el control del peso.

8) Mejora la fuerza y la resistencia muscular. Incrementa la capacidad para realizar otras actividades físicas de la vida diaria.

9) Mantiene la estructura y la función de las articulaciones. La actividad física de intensidad moderada no produce daño articular y, por el contrario, puede ser beneficiosa para la artrosis.

10) Ayuda a conciliar y mejorar la calidad del sueño. Libera tensiones y mejora el manejo del estrés. Combate los síntomas de la ansiedad y la depresión, aumenta el entusiasmo y el optimismo.

Quién, cómo y cuándo

Para los adultos, al menos 30 minutos diarios de ejercicio moderado, como caminar, resultan suficientes.

Es muy saludable incorporarlos a las rutinas diarias y convertirlo en un hábito. Por ejemplo, no usar el auto para trayectos cortos, subir escaleras en lugar de usar el ascensor o aprovechar el tiempo de ocio para practicar actividades que nos interesen, como bailar, nadar o andar en bicicleta.

Es imprescindible preparar y calentar antes los músculos y hacer un esfuerzo progresivo. Los beneficios de la actividad física se sienten pronto y la calidad de vida mejora a cualquier edad.

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