Hablemos de Alzheimer
El Alzheimer es un trastorno neurológico progresivo que produce que el cerebro se encoja (atrofia) y que las neuronas cerebrales mueran. Esta enfermedad es la causa más común de demencia, un deterioro continuo en el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales que afecta la capacidad de una persona para vivir de forma independiente.

El Alzheimer es la quinta causa principal de muerte en Argentina, afectando a más de 300.000 argentinos. En todo el mundo, al menos 44 millones de personas viven con demencia, lo que convierte a la enfermedad en una crisis de salud global que debe abordarse
Los signos tempranos de esta enfermedad incluyen el olvido de eventos o conversaciones recientes. A medida que la enfermedad progresa, una persona con enfermedad de Alzheimer presentará un grave deterioro de la memoria y perderá la capacidad para llevar a cabo las tareas cotidianas.
Los medicamentos pueden mejorar temporalmente los síntomas o retardar que progrese. Estos tratamientos pueden ayudar a las personas con enfermedad de Alzheimer a prolongar al máximo sus funciones y a desenvolverse de forma independiente por un tiempo. Existen diferentes programas y servicios para brindar apoyo a las personas con enfermedad de Alzheimer y a sus cuidadores.
No hay ningún tratamiento que cure la enfermedad de Alzheimer o que altere la evolución de la enfermedad en el cerebro. En las etapas avanzadas de la enfermedad, las complicaciones derivadas de la pérdida grave de la función cerebral (como la deshidratación, la malnutrición o la infección) provocan la muerte.
Sus síntomas
La pérdida de memoria es un síntoma clave de la enfermedad de Alzheimer. Los primeros signos incluyen dificultad para recordar eventos o conversaciones recientes. A medida que la enfermedad avanza, los problemas de memoria empeoran y se desarrollan otros síntomas.
Las personas con enfermedad de Alzheimer pueden exhibir las siguientes conductas:
- Repetir afirmaciones y preguntas una y otra vez
- Olvidarse de conversaciones, citas o eventos, y no recordarlos después
- Colocar sistemáticamente objetos personales en el lugar equivocado, a menudo en lugares absurdos
- Perderse en lugares que ya conocen
- Finalmente, olvidarse de los nombres de familiares y objetos de uso cotidiano
- Tener problemas para identificar objetos con las palabras correctas, expresar pensamientos o participar en conversaciones
El pensamiento y el razonamiento
La enfermedad de Alzheimer causa problemas para concentrarse y pensar, en especial sobre conceptos abstractos, como los números.
Realizar múltiples tareas a la vez también resulta particularmente difícil, y controlar las finanzas, poner al día las cuentas y pagar las facturas en forma puntual son tareas que pueden plantear un desafío. A la larga, una persona con enfermedad de Alzheimer no puede reconocer y manejar los números.
Hacer valoraciones y tomar decisiones
La enfermedad de Alzheimer provoca un deterioro en la capacidad de tomar decisiones y juicios razonables en situaciones cotidianas. Por ejemplo, una persona puede tomar elecciones malas o inusuales en las interacciones sociales o usar ropa inapropiada para el clima. Puede ser más difícil responder de manera eficaz a los problemas de todos los días, como si se quema la comida sobre la hornalla o si se enfrenta una situación imprevista mientras se conduce.
Planificar y realizar actividades familiares
A medida que la enfermedad empeora, las actividades que, en algún momento, fueron parte de la rutina y que requerían el seguimiento de pasos secuenciales, como planear y elaborar una comida o jugar un juego favorito, se transforman en una dificultad. Con el tiempo, las personas con la enfermedad de Alzheimer avanzada a menudo se olvidan de cómo hacer tareas básicas, como vestirse y bañarse.
Cambios en la personalidad y en la conducta
Los cambios cerebrales que se producen en la enfermedad de Alzheimer pueden afectar el estado de ánimo y el comportamiento. Los problemas pueden incluir los siguientes:
- Depresión
- Apatía
- Aislamiento social
- Cambios de humor.
- Desconfianza en los demás
- Irritabilidad y agresividad
- Cambios en los patrones de sueño
- Desorientación
- Pérdida de la inhibición
- Delirios, como creer que te robaron
Cuándo consultar con un médico
Si estás preocupado por las habilidades de razonamiento que observas en un familiar o amigo, habla acerca de tus preocupaciones y pídele que vayan juntos a una consulta con el médico.
Dra. Sonia Milstain. Médica especialista en Gastroenterología y Nutrición. MN. N.º. 109907 MM. N.º. 279.
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