PRIMEROS AUXILIOS

Primeros auxilios — Cómo reconocer signos tempranos de un infarto

Introducción

El infarto agudo de miocardio (IAM), comúnmente llamado ataque cardíaco, ocurre cuando una arteria coronaria se bloquea, impidiendo que la sangre llegue al músculo del corazón. Detectar los signos tempranos puede salvar una vida, ya que el tiempo de respuesta es determinante: cada minuto sin atención aumenta el daño cardíaco y las probabilidades de muerte.

Reconocer las señales de alerta y saber cómo actuar son pilares esenciales de los primeros auxilios ante un infarto. Este artículo explica los síntomas más comunes, las diferencias entre hombres y mujeres, y los pasos iniciales que pueden marcar la diferencia antes de la llegada de los servicios de emergencia.


Signos tempranos de un infarto

Los síntomas pueden variar, pero suelen presentarse gradualmente antes del evento agudo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2023) y la American Heart Association (AHA, 2022), los principales signos son:

1. Dolor o presión en el pecho

Sensación de opresión o peso en el centro del pecho, que puede extenderse hacia el brazo izquierdo, el cuello, la mandíbula o la espalda. Dura más de unos minutos o aparece y desaparece.

2. Falta de aire

El paciente siente que le falta el aire incluso sin esfuerzo. Este síntoma puede aparecer antes o junto con el dolor torácico.

3. Sudor frío, náuseas o mareo

La sudoración profusa, el malestar general y las ganas de vomitar son signos frecuentes, especialmente en mujeres.

4. Dolor en otras zonas del cuerpo

El malestar puede irradiarse al hombro derecho, los brazos, la espalda o el estómago, lo que a veces confunde el diagnóstico.

5. Fatiga inusual o debilidad extrema

Muchas personas experimentan cansancio intenso días antes del evento cardíaco.


Diferencias entre hombres y mujeres

Aunque los síntomas clásicos (dolor en el pecho y brazo izquierdo) son más comunes en hombres, las mujeres suelen presentar señales más sutiles. Según la European Society of Cardiology (ESC, 2021), en ellas el infarto puede manifestarse con fatiga extrema, falta de aire o dolor abdominal sin dolor torácico evidente.

Reconocer estas diferencias es clave: muchas mujeres no buscan atención médica porque sus síntomas no coinciden con el “dolor de pecho típico”.


Factores de riesgo más frecuentes

Los infartos son multifactoriales. Entre los principales riesgos destacan:

  • Hipertensión arterial.
  • Tabaquismo.
  • Diabetes tipo 2.
  • Colesterol alto.
  • Sedentarismo.
  • Estrés crónico.
  • Antecedentes familiares de enfermedad cardíaca.

Mantener hábitos saludables y realizar chequeos médicos regulares reduce notablemente el riesgo.


Qué hacer ante una sospecha de infarto

1. Llamar de inmediato al servicio de emergencias (112 en Europa, 911 en EE. UU., 107 en Argentina).
El tiempo es vital. Cada minuto cuenta para restablecer el flujo sanguíneo al corazón.

2. Mantener la calma y sentar a la persona.
Evitar que camine o realice esfuerzos. Sentarla en una posición cómoda puede ayudar a aliviar la presión cardíaca.

3. Aflojar la ropa ajustada.
Favorece la respiración y la oxigenación.

4. Administrar aspirina si la persona está consciente y no es alérgica.
Un comprimido de 300 mg (masticado) puede ayudar a reducir la coagulación, según la AHA (2022).

5. No dar comida ni bebida.
Podría provocar vómitos o complicaciones si el paciente pierde el conocimiento.

6. Iniciar RCP si la persona no responde.
Si deja de respirar o no tiene pulso, comenzar maniobras de reanimación cardiopulmonar (30 compresiones por 2 ventilaciones) hasta la llegada de la ayuda médica.


Prevención: cuidar el corazón cada día

Prevenir es la mejor estrategia. La OMS (2023) recomienda al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada, una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, evitar el tabaco y controlar el estrés.

Dormir bien, mantener un peso saludable y realizar controles médicos anuales son hábitos que reducen la mortalidad cardiovascular hasta en un 40 %.


Conclusión

Reconocer los signos tempranos de un infarto puede salvar vidas. El conocimiento y la acción rápida son herramientas de primeros auxilios tan valiosas como la RCP. Difundir esta información es una forma de empoderar a la comunidad y reducir la mortalidad por enfermedades cardíacas.

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