SALUD

Microbiota y salud: el universo invisible que protege nuestro cuerpo

Introducción

La microbiota intestinal se ha convertido en uno de los temas más estudiados de la última década. Ese conjunto de bacterias, hongos, virus y arqueas que habitan en nuestro sistema digestivo no solo participan en la digestión, sino que tienen un rol clave en la regulación inmunitaria, la salud metabólica y hasta en el equilibrio mental. Lo que hace unos años se consideraba un simple “acompañante” del organismo, hoy se reconoce como un verdadero órgano metabólico.

¿Qué es la microbiota intestinal?

La microbiota está compuesta por billones de microorganismos que conviven en nuestro intestino en una relación simbiótica con el cuerpo humano. Estas comunidades microbianas se comunican entre sí y con nuestras células a través de metabolitos, neurotransmisores y señales químicas.

  • Diversidad: mientras más diversa sea la microbiota, mejor es la capacidad de resistir enfermedades.
  • Composición: predominan bacterias de los géneros Bacteroidetes y Firmicutes, con funciones específicas en la degradación de fibras y en la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC).

Funciones clave de la microbiota

  1. Digestión y absorción
    Facilita la descomposición de fibras vegetales y la producción de nutrientes como vitaminas B y K.
  2. Sistema inmunitario
    La microbiota “entrena” a nuestras defensas, ayudando a diferenciar entre microorganismos benignos y patógenos.
  3. Metabolismo y energía
    Produce AGCC como butirato, propionato y acetato, fundamentales para la salud intestinal y metabólica.
  4. Eje intestino-cerebro
    A través del nervio vago y la producción de neurotransmisores como serotonina y GABA, la microbiota influye en el estado de ánimo y el estrés.

Factores que alteran la microbiota

  • Dieta ultraprocesada baja en fibra.
  • Uso excesivo de antibióticos.
  • Estrés crónico.
  • Sedentarismo y falta de sueño.

Estos factores provocan disbiosis, un desequilibrio en la microbiota que se asocia a obesidad, enfermedades inflamatorias intestinales, depresión y diabetes tipo 2.

Cómo cuidar la microbiota

  • Fibra prebiótica: presente en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.
  • Probióticos: alimentos fermentados como yogur, kéfir, kombucha o chucrut.
  • Ejercicio físico: estimula la diversidad microbiana.
  • Sueño reparador y manejo del estrés.

Conclusión

La microbiota intestinal es un ecosistema dinámico que condiciona nuestra salud más de lo que imaginamos. Incluir hábitos saludables en la dieta y el estilo de vida no solo fortalece el sistema digestivo, sino que también impacta en la energía, la inmunidad y el bienestar mental.

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