ENTRENAMIENTO

Entrenar después de los 40: claves para un cuerpo fuerte, sano y funcional

🧠 Introducción

Pasar los 40 no significa dejar de entrenar, sino entrenar mejor. Con el paso del tiempo, el cuerpo cambia, pero también lo hace la forma de cuidarlo. La buena noticia es que nunca es tarde para empezar (o volver) a moverse. Como profesionales del fitness, nuestra tarea no es exigir más, sino entender mejor.


💪 1. Respetá tu punto de partida

Cada cuerpo cuenta una historia. Antes de planificar rutinas, es clave evaluar:

  • Nivel de condición física actual
  • Lesiones previas o factores de riesgo
  • Objetivos reales y sostenibles

Una entrevista inicial y una buena anamnesis marcan la diferencia.


🦴 2. Entrená para la salud osteomuscular

A partir de los 40 comienza una pérdida progresiva de masa muscular y densidad ósea (sarcopenia y osteopenia). Para prevenirla:

  • Priorizar ejercicios de fuerza (con peso corporal o cargas)
  • Estimular zonas clave: piernas, espalda, core
  • Mantener una frecuencia mínima de 2 a 3 veces por semana

🫀 3. No descuides el sistema cardiovascular

El entrenamiento aeróbico sigue siendo fundamental:

  • Caminatas a ritmo sostenido, ciclismo o natación
  • Intervalos suaves para mejorar capacidad pulmonar sin fatigar
  • Control de frecuencia cardíaca: entrenar con inteligencia, no con sufrimiento

🧘‍♂️ 4. Movilidad, equilibrio y respiración

Estos tres componentes suelen olvidarse, pero son vitales para la funcionalidad:

  • Incorporar rutinas de movilidad articular
  • Ejercicios de equilibrio para prevenir caídas
  • Respiración consciente para mejorar el control corporal y el manejo del estrés

🧯 5. Prevención ante todo

A esta edad, prevenir lesiones es más importante que romper récords. Algunos consejos:

  • Entrenamientos personalizados y progresivos
  • Buena entrada en calor y vuelta a la calma
  • Técnicas correctas de ejecución por encima de la cantidad

🍎 6. Acompañar con hábitos saludables

El entrenamiento es solo una parte del bienestar:

  • Nutrición adaptada a las necesidades actuales
  • Hidratación adecuada
  • Sueño reparador
  • Manejo del estrés (respiración, mindfulness, hobbies)

Entrenar con conciencia y propósito

Después de los 40, el foco no está en competir, sino en sostener. Sostener la vitalidad, la independencia, el placer por moverse. Acompañar a las personas en esta etapa es un desafío hermoso que nos obliga a pensar más allá del cuerpo, y a poner el foco en la salud integral y la calidad de vida.

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