El consumo saludable de sal: una pizca de conciencia en cada plato
En nuestra cultura culinaria, la sal ocupa un lugar protagónico: realza sabores, conserva alimentos y hasta forma parte de tradiciones familiares. Pero, ¿qué pasa cuando ese ingrediente esencial se convierte en un exceso silencioso?
¿Por qué es importante moderar el consumo de sal?
La Organización Mundial de la Salud recomienda no superar los 5 gramos de sal por día (equivalente a una cucharadita), pero la mayoría de las personas consume el doble. Este exceso puede aumentar el riesgo de hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y problemas renales.
El desafío no está solo en el salero. Cerca del 70-80% del sodio que ingerimos no proviene de lo que agregamos a la comida, sino de alimentos ultraprocesados, snacks, panificados industriales, embutidos y comidas listas para consumir.
¿Cómo reducir la sal sin perder sabor?
La buena noticia es que es posible reducir el sodio sin sacrificar el disfrute. Aquí van algunos consejos prácticos:
- Usá hierbas y especias naturales: orégano, ajo, pimienta, cúrcuma, comino, laurel y romero aportan sabor y beneficios antioxidantes.
- Probá con cítricos y vinagres suaves: el limón o el aceto balsámico realzan los sabores sin necesidad de sal.
- Cociná más en casa: así controlás los ingredientes y evitás el exceso de sodio oculto en productos industriales.
- Leé las etiquetas: buscá productos con menos de 120 mg de sodio por cada 100 g. Si tiene más de 400 mg, es alto en sodio.
- Reducí de a poco: el paladar se adapta. En una o dos semanas, tu cuerpo va a dejar de “extrañar” el exceso de sal.
Sal marina, rosada o refinada: ¿hay diferencias?
Todas contienen sodio, aunque algunas versiones, como la sal marina o la del Himalaya, incluyen trazas de otros minerales. Sin embargo, no son una solución al problema del exceso de sal, ya que sus efectos sobre la presión arterial siguen siendo los mismos. Lo importante sigue siendo la cantidad.
¿Y los deportistas?
Quienes entrenan intensamente y sudan mucho sí pueden tener un requerimiento mayor de sodio, especialmente en climas cálidos o durante competencias prolongadas. Pero incluso en esos casos, lo ideal es que la reposición de minerales esté guiada por un profesional, para evitar caer en la lógica de “más es mejor”.
Conclusión
No se trata de demonizar la sal, sino de tomar conciencia. Una alimentación saludable es una combinación de buenos hábitos, y cada pequeña elección cuenta. En Estado Wellness, creemos en una vida equilibrada, con sabor, salud y bienestar en cada plato.