Cómo interpretar etiquetas nutricionales sin errores: guía definitiva para elegir mejor
Introducción
Las etiquetas nutricionales son la herramienta más importante para decidir qué productos comprar, pero también una de las más malinterpretadas. La confusión entre porciones, calorías, azúcares escondidos o grasas puede llevar a elecciones poco saludables sin que el consumidor sea consciente. Aprender a leer etiquetas correctamente permite evitar errores comunes y elegir alimentos con mayor calidad nutricional, menor procesamiento y mejor impacto en la salud.
¿Qué información aparece en una etiqueta nutricional?
La mayoría de los envases contienen:
- Tamaño de porción.
- Calorías por porción.
- Macronutrientes (proteínas, carbohidratos, grasas).
- Micronutrientes (vitaminas y minerales).
- Lista de ingredientes.
- Alérgenos.
- Porcentaje del valor diario recomendado.
¿Por qué es tan importante el tamaño de la porción?
Muchos errores provienen de interpretar todo el envase como una porción. Un paquete de galletas puede indicar “120 kcal por porción”, pero la porción puede ser solo “3 galletas”. El envase completo puede tener más del triple.
Consejo:
• Siempre multiplicar por la cantidad real consumida.
Azúcares ocultos: el error más común
Las empresas utilizan múltiples nombres para el azúcar:
• jarabe de maíz, glucosa, fructosa, maltodextrina, dextrosa, néctar, concentrado de frutas.
Si aparecen entre los primeros ingredientes, el producto tiene alta carga de azúcar.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que los azúcares añadidos no superen el 10% del total calórico diario, idealmente menos del 5%.
Grasas: cómo distinguirlas correctamente
En etiquetas se diferencian:
- Grasas totales
- Saturadas
- Trans
- Insaturadas (mono y poli)
Las grasas trans deben evitarse incluso en cantidades mínimas. Las grasas saturadas deben consumirse con moderación. Las insaturadas, especialmente omega 3 y 6, son beneficiosas.
Ingredientes: el orden importa
Los ingredientes se listan de mayor a menor cantidad. Si los primeros son azúcar, harinas refinadas o aceites baratos, el producto es de baja calidad nutricional.
Indicadores de buena calidad:
• Pocos ingredientes.
• Reconocibles.
• Sin aditivos innecesarios.
Aditivos: ¿cuándo preocuparse?
No todos los aditivos son perjudiciales. Sin embargo, un producto con larga lista de conservantes, colorantes o saborizantes suele ser altamente procesado.
Códigos típicos:
• E100–E199: colorantes
• E200–E299: conservantes
• E600–E699: potenciadores del sabor
Cómo comparar dos productos sin confundirse
- Mirar tamaño de porción.
- Revisar azúcares añadidos.
- Comparar fibras (más fibra = mejor).
- Evaluar ingredientes (cantidad y calidad).
- Revisar grasas saturadas y trans.
Etiquetas engañosas que conviene evitar
Muchas etiquetas utilizan estrategias de marketing confusas:
• “Light”: puede ser solo un 20% menos calórico.
• “Sin azúcar añadido”: puede tener mucha azúcar natural.
• “Integral”: puede contener solo un porcentaje mínimo de harina integral.
• “Rico en proteínas”: pero con exceso de grasas o azúcar.
Conclusión
Interpretar correctamente una etiqueta nutricional permite tomar decisiones informadas y evitar trampas de marketing. Leer ingredientes, controlar azúcares, revisar porciones y comprender los macronutrientes es esencial para elegir alimentos más saludables y construir una dieta equilibrada.

