¿Qué es una crisis asmática?
La crisis asmática ocurre cuando las vías respiratorias se inflaman y se estrechan, dificultando el paso del aire hacia los pulmones. Se caracteriza por:
- Disnea intensa (sensación de falta de aire).
- Sibilancias (silbido al respirar).
- Tos persistente.
- Opresión torácica.
- En casos graves: dificultad para hablar, coloración azulada en labios y uñas (cianosis) y confusión.
Según la Global Initiative for Asthma (GINA, 2023), la crisis puede desencadenarse por exposición a alérgenos, ejercicio, infecciones respiratorias, contaminación o incluso factores emocionales.
Evaluación inicial
Ante una sospecha de crisis asmática, se deben evaluar rápidamente tres aspectos:
- Nivel de conciencia: si el paciente está alerta o presenta somnolencia.
- Grado de dificultad respiratoria: si puede hablar frases completas o solo palabras sueltas.
- Frecuencia y esfuerzo respiratorio: presencia de retracciones intercostales, uso de músculos accesorios y frecuencia mayor a 30 respiraciones por minuto.
Primeros auxilios paso a paso
- Mantener la calma y tranquilizar al paciente. La ansiedad empeora la sensación de falta de aire.
- Colocar al paciente en posición cómoda (generalmente sentado e inclinado ligeramente hacia adelante).
- Ayudar al uso del inhalador de rescate (salbutamol o broncodilatador de acción rápida).
- Agitar el inhalador.
- Administrar 1–2 disparos.
- Repetir cada 20 minutos hasta 3 veces, según indicaciones médicas previas.
- Aflojar la ropa ajustada para facilitar la expansión torácica.
- Controlar signos vitales básicos (respiración, pulso, coloración).
- Evitar alérgenos o desencadenantes en el entorno inmediato.
¿Cuándo llamar a emergencias?
Se debe activar el sistema de emergencias médicas (112 en Europa, 911 en América) cuando:
- No mejora después de usar el inhalador.
- Presenta dificultad extrema para hablar o moverse.
- Hay cianosis en labios o uñas.
- Se observa agotamiento o confusión mental.
En estos casos, la crisis puede ser potencialmente mortal y requiere tratamiento hospitalario urgente con oxígeno, broncodilatadores intravenosos o corticosteroides.
Prevención de futuras crisis
- Adherencia al tratamiento médico: uso regular de inhaladores preventivos.
- Control ambiental: reducir exposición a alérgenos, humo de tabaco o contaminación.
- Ejercicio físico controlado con supervisión médica.
- Plan de acción personalizado indicado por el neumólogo.
Conclusión
La intervención temprana en una crisis asmática es fundamental para salvar vidas. Aplicar correctamente las medidas de primeros auxilios y reconocer cuándo buscar ayuda médica puede reducir complicaciones graves. La educación en primeros auxilios respiratorios debería formar parte de la capacitación básica de toda la población, especialmente en ámbitos escolares, deportivos y comunitarios.

