Qué es el core y por qué entrenarlo mejora tu salud y rendimiento
Introducción
El término core se ha vuelto cada vez más popular en el mundo del entrenamiento, pero muchas personas no comprenden del todo qué implica ni por qué es tan importante. El core no es solo “los abdominales”: es un conjunto de músculos fundamentales para la estabilidad, el equilibrio, la postura y la salud de la columna vertebral. Entrenar el core no solo mejora el rendimiento deportivo, sino que también reduce el riesgo de lesiones y mejora la calidad de vida diaria.
¿Qué es el core?
El core, o núcleo corporal, es un grupo de músculos que incluye:
- Los abdominales (recto abdominal, transverso del abdomen, oblicuos internos y externos)
- Los músculos de la espalda baja (erector de la columna, multifidus)
- El diafragma
- El suelo pélvico
- El psoas y otros músculos estabilizadores de la cadera y pelvis
Estos músculos trabajan en conjunto para estabilizar el tronco durante el movimiento, tanto dinámico como estático.
¿Por qué es importante entrenar el core?
1. Mejora la postura
Un core fuerte ayuda a mantener la columna vertebral alineada, lo que mejora la postura al estar de pie o sentado. Esto reduce el riesgo de dolores lumbares y cervicales.
Cita: McGill, S. (2010). Low Back Disorders. Human Kinetics.
2. Previene lesiones
Los músculos del core estabilizan la columna y permiten transferir fuerza de manera eficiente. Cuando están débiles o descoordinados, aumenta el riesgo de lesiones en la espalda, rodillas y caderas.
3. Potencia el rendimiento deportivo
Desde un tenista hasta un ciclista o un nadador, todos los deportistas se benefician de un core eficiente. Permite generar y transferir fuerza de forma más eficaz, mejorar el equilibrio y realizar movimientos complejos con mayor control.
4. Facilita las tareas cotidianas
Cargar bolsas, levantar a un niño, agacharse para limpiar o simplemente estar de pie por períodos prolongados requiere un core funcional. Una musculatura central débil se traduce en fatiga, dolor y sobrecarga articular.
¿Cómo saber si tu core está débil?
Algunos signos comunes:
- Dolor lumbar frecuente
- Dificultad para mantener una buena postura
- Inestabilidad al hacer ejercicios
- Fatiga al estar mucho tiempo sentado o de pie
Un test simple: intenta sostener una plancha (plank) por 60 segundos con buena técnica. Si no podés, probablemente tu core necesita trabajo.
Ejercicios clave para entrenar el core
✅ Planchas (planks)
Activan múltiples músculos al mismo tiempo. Empezá con 3 series de 30-60 segundos.
✅ Bird-dog
Fortalece el core profundo y mejora el control postural.
✅ Dead bug
Un excelente ejercicio para la conexión neuro-muscular y la estabilización lumbo-pélvica.
✅ Hollow hold
Muy usado en gimnasia artística. Mejora la fuerza del transverso abdominal.
✅ Russian twists, elevaciones de piernas y mountain climbers
Ejercicios dinámicos para trabajar fuerza y resistencia.
Importante: no hace falta hacer 100 abdominales por día. Lo ideal es trabajar el core de forma global, funcional y progresiva.
Frecuencia y progresión
Para obtener beneficios reales:
- Frecuencia: 2 a 3 veces por semana
- Duración: 15 a 25 minutos por sesión
- Progresión: aumentar la dificultad con variantes más desafiantes o implementos (pelotas, bandas, etc.)
Mitos comunes sobre el core
❌ “Entrenar el core es solo hacer abdominales”
✅ Falso. El core incluye músculos de la espalda baja, pelvis y diafragma.
❌ “Si hago crunches tengo core fuerte”
✅ Falso. Los crunches pueden incluso perjudicar la espalda si se hacen mal.
❌ “El core solo se activa en ejercicios específicos”
✅ Falso. Se activa en la mayoría de los movimientos funcionales bien ejecutados.
Consideraciones finales
Entrenar el core no es una moda, es una necesidad funcional. No importa si sos deportista o una persona sedentaria: incorporar ejercicios de core a tu rutina puede ayudarte a moverte mejor, sentirte con más energía y proteger tu salud.
Como dijo el reconocido investigador Stuart McGill:
«Un core fuerte no solo mejora el rendimiento, también salva espaldas».

