PRIMEROS AUXILIOS

Prevención de atragantamientos en adultos y niños

Introducción

El atragantamiento es una de las emergencias domésticas más frecuentes y potencialmente mortales, especialmente en niños pequeños y personas mayores. Sucede cuando un alimento u objeto obstruye parcial o totalmente las vías respiratorias, impidiendo que el aire llegue a los pulmones.
Conocer las medidas de prevención y las maniobras básicas de primeros auxilios puede salvar vidas en cuestión de segundos.


¿Por qué ocurre el atragantamiento?

El proceso de deglución es coordinado por varios músculos y reflejos. Cuando algo interfiere con ese mecanismo —como hablar, reír o moverse mientras se come—, los alimentos pueden desviarse hacia la tráquea.
En adultos, suele deberse a comer rápido o a distracciones. En niños, el riesgo aumenta por su curiosidad natural y la tendencia a llevar objetos a la boca.


Factores de riesgo más comunes

En niños:

  • Comer o beber mientras juegan o corren.
  • Consumir alimentos duros o redondos (uvas enteras, caramelos, frutos secos).
  • Piezas pequeñas de juguetes u objetos.

En adultos mayores:

  • Dificultades para masticar por falta de piezas dentales o prótesis mal ajustadas.
  • Enfermedades neurológicas (Parkinson, Alzheimer, ACV).
  • Consumo de alcohol o medicamentos que reducen los reflejos.

En adultos sanos:

  • Comer rápido, hablar o reír durante las comidas.
  • Ingerir grandes bocados sin masticar correctamente.

Cómo prevenir el atragantamiento

  1. Comer despacio y sin distracciones
    Evitar hablar o reír mientras se mastica. La atención durante las comidas es fundamental.
  2. Cuidar la textura y tamaño de los alimentos
    Cortar los alimentos en trozos pequeños, especialmente para niños y ancianos. Las uvas, salchichas y trozos de carne deben dividirse longitudinalmente.
  3. Evitar alimentos de alto riesgo en menores de 5 años
    Frutos secos, caramelos duros, palomitas de maíz y trozos grandes de manzana son los principales causantes de asfixia infantil.
  4. No ofrecer objetos pequeños a los niños
    Monedas, tapitas o piezas de juguetes pueden ser mortales si se inhalan accidentalmente.
  5. Mantener una postura correcta al comer
    Sentarse derecho favorece el paso del alimento al esófago. Evitar comer acostado o reclinado.
  6. Supervisar siempre a los niños durante las comidas
    La vigilancia adulta es la medida preventiva más eficaz.

Qué hacer ante un atragantamiento

La respuesta debe adaptarse según la edad y el nivel de conciencia de la persona.

En adultos y niños mayores de un año

  1. Pedir que tosa. Si puede toser, alentarlo a hacerlo con fuerza.
  2. Si no puede respirar, toser ni hablar: aplicar la maniobra de Heimlich.
    • Colocarse detrás de la persona.
    • Rodear su abdomen con los brazos.
    • Colocar un puño cerrado entre el ombligo y el esternón.
    • Sujetar el puño con la otra mano y realizar compresiones rápidas hacia adentro y arriba.
  3. Repetir hasta que el objeto sea expulsado o la persona pierda el conocimiento.
  4. Si pierde la conciencia: comenzar RCP (reanimación cardiopulmonar) y llamar al servicio de emergencias.

En lactantes menores de un año

  1. Colocar al bebé boca abajo sobre el antebrazo, sujetando su cabeza.
  2. Dar cinco golpes firmes entre los omóplatos con el talón de la mano.
  3. Si no se resuelve, girarlo boca arriba y realizar cinco compresiones torácicas con dos dedos, justo debajo de la línea del pezón.
  4. Repetir la secuencia hasta que el objeto salga o llegue ayuda profesional.

Cuándo buscar atención médica

Después de un episodio de atragantamiento, siempre se recomienda una revisión médica, incluso si la persona parece estar bien. Restos de comida pueden quedar alojados en la vía aérea y provocar infecciones o inflamación posterior.


Educación y prevención en el hogar y la escuela

La educación en primeros auxilios debería formar parte de la rutina familiar y escolar. Enseñar a los adultos responsables cómo actuar ante una emergencia permite una respuesta rápida y segura.
Las campañas de concientización y los talleres prácticos ayudan a reducir drásticamente los accidentes domésticos por asfixia.


Conclusión

La prevención del atragantamiento depende, en gran parte, de la atención y los hábitos cotidianos. Comer despacio, elegir alimentos adecuados y estar preparados para actuar son pasos esenciales para evitar tragedias.
Conocer la maniobra de Heimlich y las técnicas básicas de primeros auxilios debería ser una prioridad para todos.

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