PRIMEROS AUXILIOS

Mordeduras de animales — cómo desinfectar y cuándo acudir al médico

Introducción

Las mordeduras de animales son lesiones frecuentes tanto en entornos domésticos como rurales. Aunque algunas parecen leves, pueden provocar infecciones graves si no se tratan a tiempo.
Actuar con rapidez y conocer los pasos básicos de desinfección permite prevenir complicaciones y garantizar una recuperación segura. En esta guía de Estado Wellness, te explicamos cómo limpiar correctamente una mordedura, cuándo es necesario acudir al médico y qué medidas preventivas ayudan a evitar nuevos incidentes.


¿Cómo limpiar y desinfectar correctamente una mordedura?

El tratamiento inicial es clave para reducir el riesgo de infección. Seguí estos pasos con calma y atención:

  1. Lavate bien las manos antes de tocar la herida.
  2. Dejá sangrar levemente si no hay hemorragia importante: el flujo ayuda a eliminar bacterias.
  3. Limpieza inicial: enjuagá la zona con abundante agua tibia y jabón neutro durante al menos 5 minutos.
  4. Desinfección: aplicá un antiséptico (povidona yodada o clorhexidina) con una gasa limpia.
  5. Cubrí la herida: usá una gasa estéril o apósito, evitando vendas demasiado apretadas.
  6. No uses alcohol ni agua oxigenada en exceso, ya que pueden dañar los tejidos.

⚠️ No cierres la herida por tu cuenta. Algunas mordeduras deben dejarse abiertas para permitir el drenaje y evitar infecciones internas.


¿Cuándo hay que acudir al médico?

No todas las mordeduras requieren atención hospitalaria, pero hay casos en los que la consulta médica es obligatoria:

  • Heridas profundas, amplias o con sangrado abundante.
  • Mordeduras causadas por animales desconocidos o no vacunados.
  • Signos de infección: enrojecimiento, calor local, pus, fiebre o dolor creciente.
  • Mordeduras en rostro, manos, articulaciones o genitales.
  • Personas con diabetes, enfermedades crónicas o defensas bajas.

El profesional evaluará la necesidad de antibióticos, vacuna antitetánica o profilaxis antirrábica según el tipo de animal y la zona afectada.


¿Qué enfermedades pueden transmitir las mordeduras?

Las infecciones más comunes están causadas por bacterias como Pasteurella multocida, Staphylococcus aureus y Capnocytophaga canimorsus.
En contextos rurales o con animales sin control veterinario, aumenta el riesgo de enfermedades como tétanos y rabia.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2024), el 95 % de los casos de rabia humana se originan por mordeduras de perros. Mantener a las mascotas vacunadas y supervisadas es la medida preventiva más eficaz.


Prevención y educación: la mejor estrategia

La mayoría de las mordeduras pueden evitarse con hábitos simples de precaución y educación:

  • Mantené tus mascotas vacunadas y controladas por el veterinario.
  • Enseñá a los niños a respetar el espacio y el comportamiento de los animales.
  • Evitá intervenir en peleas entre animales o acercarte a los desconocidos.
  • En paseos o zonas rurales, llevá siempre un botiquín de primeros auxilios.
  • Si trabajás con animales, usá guantes gruesos y ropa protectora.

La prevención es una forma de cuidado personal y comunitario. Educar y actuar con precaución salva vidas.


Conclusión

Actuar con serenidad y conocimiento ante una mordedura puede marcar la diferencia entre una herida leve y una infección grave.
La limpieza inmediata, la observación de los signos de alarma y la consulta médica oportuna son los pilares de un tratamiento seguro.
Recordá que prevenir es siempre más fácil que curar: mantené las vacunas al día, educá a tu entorno y asegurate de actuar rápidamente ante cualquier mordedura.

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