Fracturas expuestas: cómo actuar
Introducción
Una fractura expuesta es una de las emergencias más graves dentro de los primeros auxilios. Se produce cuando el hueso fracturado atraviesa la piel y queda en contacto con el exterior, lo que eleva de manera significativa el riesgo de infección, hemorragia y shock.
Actuar con rapidez, serenidad y conocimiento puede marcar la diferencia entre una recuperación favorable y una complicación grave.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2023), los accidentes domésticos y de tránsito son las principales causas de fracturas expuestas en adultos jóvenes, mientras que en mayores predominan las caídas.
¿Qué es una fractura expuesta?
Se denomina fractura expuesta cuando existe una comunicación directa entre el hueso y el ambiente exterior a través de una herida abierta.
A diferencia de una fractura cerrada, en este tipo hay daño de piel, músculo, vasos y a veces nervios.
Los principales signos son:
- Hueso visible o herida profunda con sangrado.
- Dolor intenso y deformidad evidente.
- Pérdida de movilidad en el miembro afectado.
- Hemorragia abundante o sangrado pulsátil.
- Posible estado de shock (palidez, sudor frío, debilidad).
Primeros auxilios: cómo actuar paso a paso
1. Mantener la calma y evaluar el entorno
Lo primero es asegurar la escena: evitar riesgos (tránsito, fuego, objetos peligrosos).
Luego, evaluar el estado de conciencia de la persona y llamar de inmediato a los servicios de emergencia (112 en Europa, 911 en Latinoamérica).
2. Evitar mover al herido
Cualquier movimiento brusco puede agravar la lesión o causar daño a vasos y nervios.
Solo debe movilizarse si hay peligro inminente (fuego, derrumbe, etc.).
3. Controlar la hemorragia sin presionar el hueso
- Si hay sangrado, aplicar presión suave alrededor de la herida con una gasa estéril o paño limpio, sin intentar introducir nada dentro.
- Nunca presionar directamente sobre el hueso ni intentar recolocarlo.
- Si el sangrado es profuso, se puede aplicar una ligera compresión proximal (más arriba del sitio lesionado), evitando el uso de torniquetes salvo en hemorragias que amenazan la vida.
4. Cubrir la herida
Cubrir con apósitos estériles o gasas limpias para proteger de la contaminación.
Si hay objetos incrustados (fragmentos metálicos o madera), no deben retirarse. Se deben inmovilizar rodeándolos suavemente con gasas para evitar movimiento.
5. Inmovilizar el miembro
La inmovilización previene el dolor, el sangrado y daños mayores.
Puede usarse una férula, una tabla, una revista doblada o incluso el propio cuerpo (atar una pierna con la otra).
Debe inmovilizarse la articulación por encima y por debajo de la fractura.
6. Prevenir el shock
El shock hipovolémico es una complicación frecuente.
Para prevenirlo:
- Acostar a la persona con las piernas ligeramente elevadas (si no hay fractura de pelvis o columna).
- Aflojar ropa ajustada.
- Cubrir con una manta para conservar la temperatura corporal.
7. No administrar alimentos ni bebidas
En caso de requerir cirugía, el estómago debe estar vacío.
Tampoco se deben aplicar pomadas, alcohol ni desinfectantes directamente sobre el hueso o la herida.
8. Esperar la asistencia médica
Permanecer junto a la persona, controlar signos vitales (conciencia, respiración y pulso) y brindar apoyo emocional hasta la llegada del personal sanitario.
Qué no hacer
❌ No intentar colocar el hueso en su lugar.
❌ No retirar objetos clavados o fragmentos visibles.
❌ No aplicar torniquetes sin conocimiento técnico.
❌ No lavar la herida con agua corriente.
❌ No mover innecesariamente al paciente.
Posibles complicaciones
Las fracturas expuestas son graves por el alto riesgo de:
- Infección ósea (osteomielitis).
- Hemorragia interna.
- Daño nervioso o vascular.
- Shock traumático.
El tratamiento hospitalario incluirá limpieza quirúrgica, antibióticos, estabilización con yeso o fijadores externos y seguimiento médico prolongado.
Prevención
Aunque muchas fracturas ocurren de manera imprevista, reducir riesgos es posible:
- Usar casco y protecciones al practicar deportes o conducir.
- Evitar suelos mojados o deslizantes en el hogar.
- Fortalecer músculos y huesos mediante ejercicio regular y alimentación rica en calcio y vitamina D.
- Revisar la seguridad de escaleras, pasillos y entornos laborales.
La prevención es la forma más efectiva de evitar lesiones graves.
Conclusión
Ante una fractura expuesta, la prioridad es proteger la vida, evitar infecciones y estabilizar al herido hasta la llegada de la ayuda médica.
Los primeros minutos son críticos, y una actuación correcta puede salvar la extremidad —o incluso la vida— del afectado.
Como recuerda la Cruz Roja Internacional (2022), “la calma, la higiene y la inmovilización son las tres reglas de oro ante cualquier fractura abierta”.
Conocer estas pautas básicas convierte a cualquier persona en un eslabón fundamental de la cadena de supervivencia.

