PRIMEROS AUXILIOS

Cortaduras y heridas penetrantes: cómo actuar paso a paso

Introducción

Las cortaduras y heridas penetrantes son lesiones comunes tanto en la vida cotidiana como en el ámbito deportivo. Aunque muchas veces parecen menores, una atención inadecuada puede derivar en infecciones, hemorragias o complicaciones más serias.
Conocer los principios básicos de primeros auxilios permite intervenir con seguridad, controlar el sangrado y prevenir consecuencias mayores. Este artículo ofrece una guía práctica y basada en evidencia sobre cómo actuar frente a este tipo de heridas.


Tipos de lesiones

No todas las heridas son iguales. Identificar su tipo ayuda a decidir la mejor respuesta:

  • Cortaduras (heridas incisas): producidas por objetos afilados como cuchillos, vidrios o latas. Suelen tener bordes regulares y sangran con facilidad.
  • Heridas punzantes o penetrantes: causadas por clavos, agujas, astillas o elementos puntiagudos. A menudo presentan poco sangrado externo pero un alto riesgo de infección o daño interno.
  • Laceraciones: cortes irregulares causados por impactos o desgarros.
  • Heridas combinadas: mezclan características de las anteriores, comunes en accidentes deportivos o domésticos.

Qué hacer ante una cortadura o herida penetrante

Actuar con rapidez y siguiendo un orden lógico es fundamental:

  1. Protegerse y evaluar la seguridad del entorno.
    Antes de intervenir, asegurarse de que no haya peligro (vidrios rotos, objetos punzantes, sangre sin guantes, etc.).
  2. Lavar las manos o usar guantes de protección.
    Es esencial reducir el riesgo de infección tanto para el lesionado como para quien presta ayuda.
  3. Detener el sangrado.
    • Aplicar presión directa con una gasa o paño limpio.
    • Mantener la presión durante al menos 5–10 minutos.
    • Si la sangre empapa la gasa, no retirarla: colocar otra encima.
  4. Limpiar la herida (solo si no es profunda).
    • Usar agua limpia o solución salina para eliminar restos visibles.
    • Evitar alcohol o agua oxigenada en exceso, ya que irritan los tejidos.
  5. Cubrir la lesión.
    • Utilizar apósitos estériles o vendas limpias.
    • No tapar objetos incrustados: se deben inmovilizar y dejar para extracción médica.
  6. Buscar atención médica inmediata si:
    • La herida es profunda o muy extensa.
    • No deja de sangrar tras 10 minutos de presión.
    • El objeto penetrante permanece incrustado.
    • Hay signos de infección (enrojecimiento, calor, pus, fiebre).
    • La persona no tiene la vacuna antitetánica actualizada.

Qué no hacer

  • ❌ No retirar objetos clavados.
  • ❌ No soplar ni tocar la herida con las manos sucias.
  • ❌ No aplicar remedios caseros (café, talco, pasta dental, etc.).
  • ❌ No usar torniquetes, salvo hemorragias extremas y bajo instrucción médica.

Vacuna antitetánica: un punto clave

Toda herida abierta representa riesgo de tétanos, una infección grave causada por bacterias del suelo y el óxido.

  • Si la persona no recuerda su última vacuna o han pasado más de 10 años, debe recibir un refuerzo.
  • En heridas profundas o sucias, el refuerzo debe aplicarse si han pasado más de 5 años.

Cuándo acudir a urgencias

Es importante trasladar al lesionado a un centro de salud si:

  • El sangrado no se controla.
  • Hay cuerpos extraños visibles.
  • La herida fue causada por metal oxidado o animales.
  • La persona presenta mareos, debilidad o palidez.

En el caso de heridas penetrantes torácicas o abdominales, se debe llamar inmediatamente al servicio de emergencias (112 o local), mantener a la persona quieta, cubrir la herida sin presionar y no extraer el objeto.


En el ámbito deportivo

En entrenamientos o competencias, las cortaduras leves son habituales (por palos, caídas, césped, etc.).
Recomendaciones específicas:

  • Tener siempre un botiquín con gasas, guantes, desinfectante y apósitos adhesivos.
  • Controlar la limpieza del material deportivo para evitar contaminación.
  • Identificar quién es el responsable de primeros auxilios del equipo o club.
  • Registrar cada incidente en una ficha de atención para seguimiento posterior.

Cuidados posteriores

Una vez controlada la herida:

  • Cambiar el apósito diariamente o cuando se humedezca.
  • Lavar con agua y jabón neutro.
  • Observar signos de infección.
  • Evitar exposición solar directa en heridas cicatrizando.
  • Consultar si aparece dolor persistente o secreción.

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